Salvando nuestra Casa Común-Panamá


“Hoy, o nos salvamos todos o no se salva nadie” (Papa Francisco, Fratelli Tutti,137)

La Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM) – Capítulo de Panamá, formada por organizaciones católicas y congregaciones religiosas, preocupados por el futuro de nuestro país, fundados en el Evangelio, en la Doctrina Social de la Iglesia y en la palabra del Papa Francisco, hemos analizado el nuevo contrato del Estado panameño con Minera Panamá y la misma realidad minera de nuestro país. Por tanto, queremos manifestar nuestra palabra de manera urgente:
Considerando que:

  1. La minería metálica NO ES VIABLE NI SOSTENIBLE en un país con la riqueza hídrica y de biodiversidad y la vulnerabilidad climática de Panamá. Esto está avalado por muchos estudios internacionales y nacionales*. Nuestros obispos lo han confirmado: No hay dinero en el mundo que pueda compensar el daño que la extracción minera puede causar a corto, mediano y largo plazo” (CEP, 10-02-23).
  2. El área total de uso y servidumbre para la mina es de 17,780.38 hectáreas, incluyendo la instalación de manejo de relaves; además, sabemos que el área de concesión está en medio del Corredor Biológico Mesoamericano y el Área Protegida de Donoso, lo que contradice nuestro ordenamiento legal.
  3. El contrato contempla amplias facultades a favor de la empresa para adquirir, arrendar o usufructuar tierras del Estado o de propiedad privada sin límite, dentro o fuera de la concesión. El Estado se compromete igualmente a expropiar las tierras que sean necesarias para ampliar la concesión, aunque la minera pague compensación.
  4. Hay un “Ingreso Mínimo Garantizado (IMG)”, de la minera al Estado, por 375 millones de dólares, sin embargo, esto es muy relativo porque se puede disminuir por múltiples razones, como la baja del precio del cobre en el mercado, lo que no constituye una garantía real.
  5. El contrato indica que prevalecerá por encima de las normas del Código de Trabajo, poniendo en condición especial o posibilitando condiciones inferiores de trabajo y remuneración en el área de la minera en contraste con el resto del país.
  6. Se vende agua (100 millones de m3) a un precio irrisorio, lo que contradice lo explicado por la misma minera que estima en doce veces más el gasto de agua, sin considerar la disminución del caudal de los ríos para las poblaciones cuenca abajo.
    Acordamos que:

«NO acepten la firma de este contrato que lesiona gravemente, no sólo nuestra soberanía sino también el futuro del pueblo panameño y de nuestra Casa Común

A] Como ciudadanos de este país y como cristianos que defendemos la vida, queremos mostrar nuestra fe con nuestras obras, por eso NO podemos avalar un contrato de este tenor que, además, contiene contradicciones con nuestra legislación ambiental y constitucional. “La protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada” (Papa Francisco, Laudato si’,141)

B] Llamamos al órgano Legislativo a una reflexión seria y profunda para que NO acepten la firma de este contrato que lesiona gravemente, no sólo nuestra soberanía sino también el futuro del pueblo panameño y de nuestra Casa Común. La lesión a nuestro país, que llevó a la Corte Suprema de Justicia a declarar ilegal el contrato anterior, se mantiene, ya que las ventajas para la empresa son ahora mayores. “Necesitamos cambiar el modelo de desarrollo global lo cual implica reflexionar responsablemente sobre el sentido de la economía y su finalidad para corregir sus disfunciones y distorsiones” (Laudato si’,194).

C] Instamos a todos los cristianos, a las universidades, organizaciones ambientales y demás, para que propongan un cierre escalonado de la explotación minera, con plazos razonables, en concordancia con los esquemas legales y los convenios internacionales y con la posibilidad de auditoría social para la debida transparencia y cumplimiento. “Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior, no puede considerarse progreso” (Laudato si’,194).

D] Invitamos a todos los ciudadanos de este país a “crear una “ciudadanía ecológica” que nos lleve a comportamientos que tengan incidencia en el cuidado del ambiente…Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa” (Laudato si’,211,217). Que “el amor social nos mueva a pensar en estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y alienten una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad” (Laudato si’,231).

E] Animamos a nuestros hermanos obispos a profundizar en sus palabras (feb. 2023), y a otras organizaciones y grupos interesados por el futuro de Panamá, a que consideren pronunciarse ante la urgente necesidad de salvar nuestra Casa Común de un desastre ambiental de proporciones catastróficas. No nos acerquemos un segundo más al final del reloj apocalíptico.

“María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido” (Laudato si’,241), que Ella vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos y nos muestre a Jesús.

Panamá, 9 de mayo de 2023.

Por la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana – Capítulo de Panamá:
Organizaciones católicas:Pastoral Social – Cáritas de PanamáComisión de Justicia y PazCoordinadora Nacional de Pastoral Indígena – CONAPIMovimiento Laudato Si’ – PanamáUniversidad Santa María la Antigua – USMAEquipo de Pastoral Indígena Arquidiocesana – EPIAPastoral AfrodescendienteAsociación de Religiosas y Religiosos de Panamá – ADERYRPPastoral de Migrantes – Vicariato del DariénComisión de Justicia y Paz – Diócesis de PenonoméParroquia San Vicente de Paúl, Soloy, CNg-B, Diócesis de DavidRed de Semillas, Saberes y Sabores – Renacimiento – Diócesis de David Comunidades Eclesiales de Base – Renacimiento – Diócesis de David
Congregaciones religiosas:Hermanas de MaryknollHermanas Terciarias CapuchinasCongregación de la Misión (Misioneros vicentinos) Hijos del Corazón de María (Misioneros claretianos) Compañía de Jesús (Jesuitas)

Algunos estudios sobre este tema son:

-CIAM, La situación de la minería en Panamá, 2022.
-Grupo de trabajo sobre minería y DDHH en A.L., El impacto de la minería canadiense en América Latina y la responsabilidad de Canadá, 2015. (Trata 22 casos en nueve países de A.L.).
-Jiménez et al, Comunidad y acción colectiva campesina en Donoso, Panamá, 2012.

NUEVO CONTRATO CON MINERA PANAMÁ ES INCONSTITUCIONAL Y TRAICIONA LA RESPONSABILIDAD DE PANAMÁ CON SU BIODIVERSIDAD

Panamá, 19 de enero de 2022.

Organizaciones ambientales, científicas, movimientos sociales, gremiales, de derechos humanos y de base comunitaria rechazan el anuncio de un nuevo contrato entre el gobierno nacional y Minera Panamá (antes Minera Petaquilla). Con este acto el gobierno nacional elude nuevamente la celebración de una licitación pública y traiciona su responsabilidad con los panameños y nuestras riquezas naturales.

El Órgano Ejecutivo desatiende el fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró inconstitucional el contrato anterior de Minera Panamá, demostrando una vez más que esta industria siempre operará al margen de nuestra Constitución y la Ley, y de los derechos fundamentales que estas consagran. Al evadir la licitación pública y la competencia de los oferentes no se garantizan los máximos beneficios para el Estado panameño.

Durante la irregular negociación, a cargo de una comisión de “alto nivel” que jamás fue constituida legalmente, el gobierno anunció avances minúsculos en temas ambientales y laborales que en suma solo obligan a la empresa a cumplir compromisos previamente adquiridos o normas vigentes aplicables a todos los actores económicos del país.

Según se ha anunciado, el nuevo contrato debe suponer para el Estado panameño 10 veces los aportes anuales promedios alcanzados hasta la fecha; sin embargo, solo el cobro de la evasión anual del Impuesto sobre la Renta de personas jurídicas, según los montos estimados por la Dirección General de Ingresos, le daría al país más de 100 veces lo recibido anualmente por la minera hasta el momento. El nuevo contrato continúa desconociendo por completo la inmensa riqueza natural y cultural que se sigue destruyendo en un área protegida clave para la conectividad de la biodiversidad en toda la región, donde acumula 295 incidentes ambientales en los últimos tres años según los propios reportes de la empresa. La negociación desconoce también la voluntad de los panameños, que rechazamos la minería metálica a cielo abierto y no deseamos empeñar nuestros ríos y bosques.

A cambio del aumento de regalías, la empresa ha solicitado protecciones necesarias para garantizar su operación, en una clara alusión a la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por el Centro de Incidencia Ambiental en 2008. Denunciamos esta solicitud como un intento de obstruir el acceso a la justicia de la ciudadanía en búsqueda de la protección de la Constitución y la Ley.

Corresponde hacer un llamado a los diputados, sobre los cuales recaerá ahora la responsabilidad, enfatizada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia, de escrutar el contrato para determinar si está o no “conforme a la regulación legal relacionada”, “todavía más exigente, dado los riesgos que supone la actividad minera y los derechos e intereses en juego…”

La continuidad de Minera Panamá es también un precedente grave y preocupante de cara a la amenaza de múltiples proyectos de minería metálica en todo el país. Tal es el caso de una nueva concesión de 10,000 hectáreas en los distritos de La Pintada, Omar Torrijos Herrera y Donoso, ignorando rampantemente quejas de los lugareños sobre la inexistencia de la consulta; y la prórroga ilegal de los contratos de concesión del proyecto Cerro Quema en Azuero, sin Estudio de Impacto Ambiental aprobado, cuyas operaciones causarían gran daño a las vulnerables fuentes hídricas azuerenses.

El rechazo a la industria de la muerte (MINERÍA) es generalizado en todo el país.

El camino a la recuperación económica del país, una que nos lleve al desarrollo justo y equitativo que jamás hemos tenido y que genere puestos de trabajo decentes, requiere ineludiblemente la conservación del ambiente. Es hora de que el gobierno honre sus compromisos internacionales, incluyendo aquellos relacionados con biodiversidad y la acción climática, y que opte por proyectos económicos realmente sostenibles, como la inversión en infraestructura pública baja en emisiones, el desarrollo agropecuario con soberanía y seguridad alimentaria, el turismo ecológico, las nuevas energías renovables, entre otros.

Panamá es uno de los lugares más biodiversos del planeta. Esta diversidad, diariamente y en forma sustentable, produce una gran gama de servicios y bienes ambientales que benefician a millones, incluyendo producción de agua segura y de riego y generación de energía eléctrica, purificación del aire, polinización, producción de leña, medicinas naturales y madera, alimentos, y estabilidad climática.

El Movimiento Panamá Vale Más Sin Minería, que ha seguido sumando miembros de todo el país desde su formalización en agosto de 2021, apuesta por mantener estos bienes y servicios, así como la calidad de vida que traen a las presentes y futuras generaciones. Invitamos a todos los actores sociales a exigir la misma apuesta al gobierno nacional, comenzando por la aprobación de la moratoria a la minería metálica comprometida en el Pacto Bicentenario. Así se cumplirá finalmente el deber constitucional del Estado y todos los habitantes de propiciar un desarrollo social y económico que prevenga la contaminación del ambiente, mantenga el equilibrio ecológico y evite la destrucción de los ecosistemas.

Movimiento Panamá Vale Más Sin Minería

1. ADOPTA Bosque 2. Amigos del Parque Nacional Santa Fe (AMIPARQUE) 3. Amigos del Parque Internacional La Amistad (AMIPILA) 4. Asociación de Profesores de la República de Panamá (ASOPROF) 5. Asociación de Educadores Veragüense (AEVE) 6. Sindicato de Educadores Democráticos de Panamá / Poder Ciudadano 7. Centro de Capacitación Social 8. Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) 9. Coalición Internacional de Mujeres y Familias (CIMUF) 10. Colectivo Voces Ecológicas (COVEC) 11. Colegio de Biólogos de Panamá (COBIOPA) 12. Colegio de Sociología y Ciencias Sociales de Panamá 13. Consejo Consultivo de la Cuenca / Jóvenes por el Ambiente y la Cuenca del Canal 14. Coordinadora para la Defensa de Tierras y Aguas de Coclé (CODETAC) 15. Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y Derechos del Pueblo Ngäbe Buglé y Campesino 16. Cuidemos a Panamá 17. Escuela de Biología, UP CRU Coclé 18. Fundación Cerro Cara Iguana 19. Fundación para el Desarrollo Integral Comunitario y Conservación de los Ecosistemas de Panamá (FUNDICCEP) / Red Nacional en Defensa del Agua 20. Fundación para la Protección del Mar (PROMAR) 21. Fundación Pro-Conservación de los Primates Panameños (FCPP) 22. Fundación San José Verde (FUSAVE) 23. Frente Santeño contra la Minería 24. Guardianes del Río Cobre OBC 25. La Nueve / Red Nacional en Defensa del Agua 26. Masa Crítica – Antónima 27. Movimiento Democrático Popular (MDP) 28. Movimiento MiMar 29. Movimiento Pro Rescate de AECHI 30. Movimiento Victoriano Lorenzo 31. Observatorio Panameño de Ambiente y Sociedad (OBPAS) 32. Poder Ciudadano 33. Red Nacional en Defensa del Agua 34. Sociedad Audubon de Panamá 35. Sociedad Panameña de Salud Pública (SPSP)

Los retos del cambio climático

Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA

El acuerdo político entre 195 países reunidos en París en la Conferencia para controlar el cambio climático del planeta se realizó en medio de una guerra que pronto cumplirá 25 años en el Medio Oriente por la apropiación de las reservas de energía fósil más grandes del mundo. La Conferencia terminó al mismo tiempo que en América latina se están devastando los bosques húmedos de la Amazonía, Centro América y Panamá. Los países más poderosos no se comprometieron a retirar sus empresas trasnacionales que saquean literalmente los recursos naturales del mundo.

El país que más daño le hace al ambiente, EEUU, suscribió el pacto que plantea la necesidad de controlar el incremento de la temperatura global en 2 grados Celsius en los próximos 35 años. (La demanda de la mayoría era que la meta fuera de sólo 1.5 grados). Además, EEUU prometió invertir 100 mil millones de dólares en igual período para apoyar las políticas que harían posible el cumplimiento de las metas.

Los científicos que estudian los fenómenos climáticos señalan que para evitar que las temperaturas globales sigan aumentando hay que eliminar del todo el uso de la energía fósil (petróleo) y hay que conservar los bosques en su estado actual. La mayoría de los ambientalistas opinan que el acuerdo alcanzado en París no logrará que las potencias reduzcan su consumo de petróleo ni de madera.

“Lo que veo es un acuerdo sin plazos, ni objetivos, con aspiraciones vagas y alocadas”, dice George Monbiot, de The Guardian. “Veo mucha adulación, mucha vanidad y muy poco de la verdadera sustancia necesaria para evitar la crisis climática”. La poderosa agencia Greenpeace – rebosante de optimismo – señala que las empresas trasnacionales “han recibido el mensaje de que este es el final de la era de las energías fósiles”. Su vocero dijo que “los inversores tienen que empezar a sacar el dinero del carbón, el petróleo y el gas”. Predijo que “en los países petroleros va a cundir el pánico”. Greenpeace acusó a las compañías energéticas – petroleras – de intentar manipular el debate público patrocinando investigaciones científicas no rigurosas y pagando (sobornando) a académicos en EEUU y Europa”.

Marcelo Colussi recomendó hace varios años como debería proceder un acuerdo internacional para poner fin a los abusos contra la naturaleza. Señaló cinco puntos que los gobiernos – especialmente los de la región latinoamericana – deberían prestar especial atención:

1) Eliminar las tecnologías inaceptables, como los sistemas para la detección, la monitorización cibernética y el automatismo. La detección vía satélite es básica para comunicación, posicionamiento por GPS pero también tiene fines políticos y represivos. Los buques-factorías y sistemas para la detección de bancos de peces. El control de los bosques mediante tecnología satelital (GFRA).

2) Tecnologías correctas en sí mismas, pero que precisan moratoria por motivos sociales. En esa lógica encontramos la revolución industrial cibernética. Su magnitud se refleja en las jubilaciones anticipadas y despidos. Una fábrica de automóviles que empleaba a 20,000 obreros, se convierte en una planta robotizada con sólo 300 trabajadores. La lógica indica que hay personal «sobrante» (pero ¿puede sobrar algún ser humano?).

3) Tecnologías que no siendo prioritarias deben someterse a moratoria antes de haber logrado desarrollarse las primeras. La industria aeroespacial en su totalidad representa nuevos impactos sobre la biosfera por la extracción de los minerales escasos necesarios para las construcciones y las naves espaciales, guerras por intermediación para el control de la minería de materiales estratégicos y consumo de combustible. Lo irracional de la aventura espacial es obvio cuando se reservan plazas para viajes de placer u hoteles espaciales.

4) Tecnologías que ya están suficientemente desarrolladas y no necesitan más investigación. La tecnología automotriz actual se sigue desarrollando sólo por el afán de ventas, siendo que ya no sería necesario su avance. Por el contrario, su reconversión hacia otro tipo de vehículos, no contaminantes y de uso masivo, eliminando el agresivo, en términos ecológicos, automóvil unipersonal o familiar.

5) Hay tecnologías intrínsecamente negativas. Las biotecnologías que ponen en peligro a la biosfera. Igualmente, las tecnologías bélicas que perfeccionan las guerras, la destrucción de los ‘enemigos’, que incluye civiles.

La ministra de Ambiente panameña, Mirei Endara, sorprendió a todos cuando declaró que “el acuerdo no es tan fuerte como algunos países hubiéramos querido, pero es un gran avance y nos da los instrumentos necesarios para avanzar en el tema de los bosques, que es prioritario”.

17 de diciembre de 2015.

El biorregionalismo como alternativa ecológica

Fuente: Servicios KOINONIA 2015-12-08


El modelo aún dominante en las discusiones ecológicas se centra en el ámbito estatal y en el mundo; en economía la explotación de la naturaleza, el crecimiento / desarrollo ilimitado a nivel mundial y la competencia; en política prevalece la centralización, la jerarquización, el control y el gobierno de la mayoría; en la cultura lo cuantitativo sobre lo cualitativo, la uniformización de las costumbres, el consumismo y el individualismo y el pensamiento tecnocrático.

Este paradigma subyace en gran parte a la crisis actual de la tierra, pues la considera como un todo uniforme sin valorar la singularidad de sus muchos ecosistemas y la diversidad de las culturas. Por eso, genera desequilibrios en el sistema de la vida y en la dinámica natural de la Tierra viva. Era la crítica que Chico Mendes hacía al abordar el desarrollo de la Amazonía: querer aplicar uniformemente las mismas tecnologías y métodos de otras regiones de la Tierra. Tal procedimiento daría lugar a la devastación de la Amazonia, como de hecho está ocurriendo. De ahí su propuesta del extractivismo como adecuado a ese ecosistema: Extrae lo que se necesita para el comercio, pero preservando la riqueza de esa selva, fundamental para los climas y el equilibrio general del planeta.

Hoy se está imponiendo otra vertiente más amiga de la naturaleza y con posibilidades para sacarnos de la crisis actual: el biorregionalismo. La biorregión se circunscribe a un área normalmente definida por los ríos y el macizo de montañas. Tiene un cierto tipo de vegetación, de geografía del terreno, de fauna y flora y muestra su propia cultura local con sus hábitos, tradiciones, valores, religión y la historia hecha en el lugar.

En cuanto a términos de escala se centra en la región y en la comunidad; en economía, en la conservación, la adaptación, la autosuficiencia y la cooperación; en política, en la descentralización, la subsidiariedad, la participación y la búsqueda de consenso; en cultura favorece la simbiosis, la diversidad y el crecimiento cualitativo e incluyente.

El biorregionalismo no es nuevo, ya que está inspirado en los antiguos modos de vida, antes de la aparición de los imperios con su burocracia, jerarquía y ejércitos, base de los estados modernos.

La tarea básica de biorregionalismo es hacer que las gentes entiendan y aprecien el lugar donde viven. Es importante que conozcan el tipo de suelos, los bosques, los animales, las fuentes de agua, la dirección de los vientos, los climas y microclimas, los ciclos de las estaciones, lo que la naturaleza nos puede ofrecer en términos de paisaje, alimentos y bienes y servicios para nosotros y para toda la comunidad de vida. Es necesario que la gente se impliquen en la cultura local, en las estructuras sociales, urbanas y rurales, aprenda de las figuras ejemplares de la historia local. Y, finalmente, se sienta hijo e hija de la Tierra.

En la biorregión la sostenibilidad se hace real y no retórica al servicio del marketing; puede convertirse en un proceso dinámico que aprovecha racionalmente las capacidades que ofrece el ecosistema local, creando más igualdad, disminuyendo la pobreza hasta niveles razonables, facilitando la participación de las comunidades en la creación de los proyectos y en las prioridades.

Aun siendo la comunidad local la unidad básica, esto no invalida las unidades sistémicas más grandes (inter-regionales, nacionales e internacionales) que afectan a todo el mundo (por ejemplo, el calentamiento global). La idea de lo glocal, es decir, pensar y actuar local y globalmente nos ayuda a articular las dos dimensiones. Siempre es necesario informarse sobre las experiencias de otras regiones y cómo va el estado general del planeta Tierra.

El biorregionalismo posibilita que las mercancías circulen localmente, evitando las largas distancias; favorece el surgimiento de cooperativas comunitarias; persiste la economía de mercado, pero compuesta principalmente, aunque no exclusivamente, de empresas familiares, iniciativas cuyos propietarios son los propios trabajadores y una cooperación abierta entre barrios y municipios, como ocurre entre varios municipios del valle del río Itajaí en Santa Catarina y en otros lugares.

El biorregionalismo permite dejar atrás el objetivo de «vivir mejor» (ética de la acumulación ilimitada) para dar espacio al «buen vivir y convivir» (ética de la suficiencia) de los andinos, que implica siempre el bienestar de toda la comunidad y entrar en armonía con la Madre Tierra, con los suelos, con las aguas y con los demás elementos que garantizan nuestra vida en común con los otros seres vivos del ecosistema.

Este es un camino que se está abriendo en muchos lugares del mundo. Establece una semilla de esperanza en medio de la falta de alternativas de hoy en día.

Leonardo Boff